giovedì 17 marzo 2022

PASTA

"Anoche espagueti con la familia.

Me arriesgué a una burbuja de excomunión papal al armar un excelente ragú de chorizo ​​de Estrella traído de la patria con misteriosos e inquietantes espaguetis cubanos comprados por la calle a 50 pesos la libra, los de cosecha propia parecen extinguirse.

Al final salió bien, solo 8 minutos de cocción siguiendo la operación fijamente, aunque fuera "un culo redondo y blanco que nunca acababa mejor que los paraísos de Versalles" (Gino Paoli y Ricky Gianco docet)"

Estas frases las escribí hace un par de años, despejemos el campo de cualquier malentendido, no soy muy chef, me llevo bien con las cosas fáciles, evito perder demasiado tiempo detrás de los fogones, todo el mundo tiene sus pasiones que mantiene apretado.

Pero cuando estoy en Cuba me gusta, por lo menos una vez a la semana, probar suerte con los fogones en casa de mi familia de referencia que aprendió a comer pasta como Comandos U'Signuruzzu (Camilleri docet).

Para el cubano, la pasta es una cosa suave y caliente que se corta con un cuchillo y se mezcla con cosas como un plátano, un trozo de mango o lo que esté en el plato.

Originalmente el cubano solo sabe espagueti, pasta corta lo conocieron a través de nosotros ya que la producción cubana no lo contempla.

Muchas veces, como en otros países latinoamericanos, esa pasta tierna y pasada de cocción va en el plato junto con un trozo de pollo y alguna vianda como la Jucca o incluso con un platanito.

Otra característica a tener en cuenta es que la pasta es tal sólo si con ella está lo “puro”, entendido como una salsa de tomate o similar, cuanto más rojo o coloreado mejor.

Así que si quieres darte un gusto con una cabonara, cacio e pepe, pesto o espaguetis con almejas (ostiones) entonces que sepas que si se lo comen todo será solo para complacerte, porque son cosas ajenas a su cultura.

Luego aprenden, ahora yo como pasta al dente, puede ser farfalle, penne, conchas o lo que quieras aunque la preferencia siempre sea el espagueti, que luego también puede ser linguina o bucatino para que no lo noten.

Con los años he intentado hacerlo con pesto pero "esa cosita verde" no ha tenido mucho exito, un poco mejor pero no mucho con el tocino y huevo.

Una vez, cuando volvía de la temporada en un pueblo de Cerdeña, traje un trozo de Bottarga di mullet para raspar encima de la pasta... cielo abierto; Huevos de pescado? Ni muertos!"

Así que me decidí por la pasta con salsa de Italia suelo traer 4 tarros de salsa con carne o di otro gusto variando los sabores, ten en cuenta que viajando solo con equipaje de mano no puedo llevar nada que se guarde en el vaso, pero esto no es un gran problema.

Obviamente también traigo unos sobres de parmesano o en fin de queso rallado que nunca puede faltar.

En enero también traje pasta ya que la vez anterior me tuve que conformar con la cubana porque la nuestra no aparecía por ningún lado, pero en este recorrido por las tiendas en MLC abundaba la pasta marca Antonio Amato.

Cuando cocino la salsa, le agrego ajo, cebolla, un poco de picante y alguna otra especia que encuentro en la casa cubana.

El resultado es siempre una buena pasta, que quizás en Italia sólo sería mediocre pero que en ese lado del bloque tiene su gran éxito.

Evidentemente, el primero que se acerca al plato con un trozo de plátano es expulsado de la casa, mientras que los que cortan la pasta con un cuchillo corren el grave riesgo de ser denunciados ante la Policía Nacional Revolucionaria.

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