EL VIAJE

La elección del tipo de vuelo a Cuba es una de las cosas más complicadas pero también de las más emocionantes de unas vacaciones.

Realmente he viajado mucho por el mundo, considero el vuelo solo un medios para moverme, no tengo necesidad de lujos particulares, alimentos o opciones especiales

El objetivo es llegar al destino en el menor tiempo posible, posiblemente gastando lo menos posible.

Me importa un carajo la clase ejecutiva

o cualquier otro adorno que me haga viajar mejor, soy un viajero que, gracias a las conexiones cubanas, puede permitirse viajarsolo con equipaje de mano, un privilegio al que no renunciaría ni por todo el oro del mundo.

En realidad, incluso fuera de los períodos en los que viajo, siempre estoy pendiente de los sitios donde compro el boleto, no he puesto un pie en una agencia de viajes, retirado para la compra de una visa, durante veinte años.

He aprendido que si tienes la posibilidad de tener fechas variables puedes gastar cantidades muy, muy razonables.

A veces basta con mover el vuelo un día para ahorrar 200/300 euros.

Con los años he descubierto el placer de partir de Torno para llegar a La Habana, después de haber pasado décadas viajando en charters desde Malpensa a Holguín, gastando habitualmente unos 600/700 euros, me di cuenta de que volando a la capital desde mi ciudad podía gastar menos, a medias, tener la oportunidad de pasar los últimos días de mis vacaciones en esa maravilla que representa la capital de todos los cubanos.

Por supuesto que no es un viaje "muy ligero" una vez que llego a La Habana todavía tengo el equivalente a un Turín-Nápoles para llegar a Las Tunas, mi ciudad adoptiva cubana ubicada en la parte oriental del país, pero básicamente es para subirme a un bus (y en ese caso vestirme bien por esa maldita pelota de aire acondicionado) o a un carro o incluso a un taxi colectivo y dormir profundamente hasta casi llegar a destino, al que llego con las primeras luces del alba luego de un viaje decente.

Pero esos 2/3 días en La Habana antes de regresar son un poco un amortiguador entre mis vacaciones y el regreso a Italia con todo lo que eso conlleva, entonces unos días en La Habana siguen siendo un antídoto perfecto para cualquier cosa, confía en mí.

Como os decía hace tiempo del hipotético viaje, echo un vistazo a los vuelos, en los últimos años he estado usando mucho Air France que, a pesar de algunos problemas, siempre ha demostrado estar a la altura.

Hay que decir que cuando algo no salió bien siempre he recibido los bonos a tiempo para viajes posteriores, cosa que no siempre ocurre con otras aerolíneas, como me comentan muchos amigos.

En los primeros años de Cuba, estamos hablando de hace por lo menos 4 décadas, también recuerdo los vuelos de Turín a Holguín con la Martinair que era una subsidiaria de KLM con escala en Amsterdam, pero creo que esa compañía ya no existe. 

Aparte de las contadas ocasiones en las que he hecho escala en la capital holandesa, la parada intermedia casi siempre es París, aeropuerto que conozco como la palma de mi mano, tanto que incluso podría enseñaros qué restaurante dentro del mismo. aeropuerto tiene la mejor comida.

Salir de Turín es una gran ventaja, no hay autobús a Malpensa que pesa sobre todo en el viaje de vuelta cuando ya no aguantas más estar cerca, sin golpes, sin chocar.

En mayo volvemos a salir, encontré una excelente combinación de vuelos, era una tarifa que tenía pendiente desde hace tiempo pero, como suelo decir, salir significa organizar muchas cosas para el trabajo y la vida, no solo hacer la maleta. 

Todavía queda mucho tiempo pero saber que ya tienes un vuelo reservado te ayuda a vivir mejor el presente sobre todo al principio de este verano donde estaré mucho.

Lo que te puedo aconsejar es que estés siempre pendiente de los vuelos incluso lejos de cuando creas que tienes que salir, confía en compañías serias y sobre todo evita los choques con varias escalas o en lugares del lado contrario al que tienes que ir como como Londres, Moscú o Frankfurt, aunque hasta Holguín vuela el Cóndor que hace escala en esta ciudad alemana.

Entonces, como siempre,cada cabeza es un pequeño mundo.

Lo importante es viajar.