CUBA🇨🇺 / CHINA🇨🇳

 

Mientras el mundo se pone patas arriba, el 23 de diciembre del año pasado, con la firma del viceprimer ministro cubano Ricardo Cabriras Ruiz y el presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo de China, He Lifeng, la mayor de las Antillas incorporó oficialmente la Ruta de la Seda y el Marítimo Ruta de la Seda del siglo XXI. El acuerdo prevé sinergias en algunos sectores vitales para Cuba como el desarrollo de infraestructura, educación, cultura, salud, biotecnología, comunicaciones, ciencia y tecnología, turismo entre otras áreas.

Es necesario recordar una vez más los diez años históricos de vinculación entre ambos países, Cuba fue el primer país latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con Beijing en 1960, hoy China es el segundo socio comercial de Cuba, el segundo país por origen de las importaciones, el primero en calidad de destino de sus exportaciones de productos como ron, tabaco, azúcar y café.

El día de la firma del convenio, el presidente Díaz Canel se reunió con varios empresarios chinos que operan en la isla, conversando sobre el proyecto de reconversión tecnológica de la Empresa Gráfica Habana gracias a un préstamo del gobierno asiático. Esto permitirá imprimir libros, diarios y revistas en el oriente del país gracias a las nuevas máquinas llegadas del gigante asiático.

La Compañía Yutong recibió la visita del Presidente, empresa china que construye autobuses híbridos para la isla desde 2005, y es el mayor proveedor de equipos de desarrollo del transporte público para Cuba.

También por esos días de finales de 2021, el embajador de Cuba en China, Carlos Miguel Pereira, había realizado un seminario en China sobre las transformaciones socioeconómicas que se están produciendo en la isla caribeña, subrayando el período de dificultad por la Covid y el bloqueo estadounidense que después de más de 60 años sigue dañando la isla. El embajador subrayó cómo Cuba está lista para incrementar sus exportaciones de servicios de alta calidad en sectores como la salud, la educación y el turismo, es decir, aquellos sectores donde la isla es líder regional.

Este es solo un ejemplo de los muchos sectores en los que los dos países han colaborado desde la década de 1960, recuerdo bien como hace más de 20 años las únicas bicicletas que se veían por la isla eran chinas ya que formaban parte de los electrodomésticos que, poco poco a poco, iban a reemplazar a los que dejaron antiguos amigos rusos tras el vuelco de Yeltsin.

Es clara la voluntad de Pekín de entrar en una parte del mundo que Estados Unidos siempre ha considerado como su patio trasero y donde han hecho lo que han querido durante décadas. Hoy, gracias también a las victorias electorales en muchos países de los frentes progresistas, esta expansión de los intereses chinos ciertamente se ha visto favorecida como lo demuestran las estrechísimas relaciones con Nicaragua, por poner un ejemplo fuera de Cuba.

Por eso, cobra también significado el hecho de que Cuba siga a China en la abstención durante la votación de la resolución de la ONU que condenó la operación militar especial rusa en Ucrania.

Está bien mantener estrechas relaciones con Moscú, pero siempre con la mirada puesta en Pekín.