martedì 22 febbraio 2022

DECEPCIONES Y TIEMPO

 


Recientemente, con una frecuencia cada vez mayor, he leído reflexiones de italianos que durante 15/10/20 años han vivido o asistido la mayor parte del año a la mayor de las Antillas. Gente que ha hecho planes a lo largo de los años, ha hecho inversiones, ha formado una familia con hijos, tiene amigos, conocidos, en fin, consideraba a Cuba no como la segunda, sino como la primera casa.

Todas amargas confesiones por parte de quienes se sienten traicionados por un país que lucha por reconocerse, decepciones, fracasos y en general la sensación de haber echado un trozo de su vida detrás de un sueño que no se ha hecho realidad, una Ítaca que no lo es. nunca apareció en el horizonte.

Creo que estos 2 últimos años de pandemia, unificación monetaria y subidas de precios draconianas han cambiado mucho las cosas. Préstale atención; si escuchas a 2 cubanos hablando entre ellos en el 90% de los casos, el tema principal de la discusión es el dinero, el aumento de precios, hasta el clásico "¿dónde vamos a terminar?"

No hay nada más perturbador para un pueblo que vivir en dificultades económicas, sin saber lo que se puede encontrar en la tienda, y mucho menos hasta que el salario sea suficiente. Todas estas son situaciones que colocan siempre al individuo por encima de la comunidad, a las necesidades personales por encima de las colectivas, lo que para un país que se declara socialista no es precisamente lo mejor.

Entiendo la amargura de esos compatriotas amargura muchas veces exacerbada por situaciones personales y sentimentales que no han tomado el camino deseado, esposas que se han ido, hijos que mantener y sueños que muchas veces se convierten en otra cosa. Para muchos también está el problema de no poder volver a Italia ya que hace tiempo que cortaron los lazos con todo y con todos, algo que siempre convendría evitar.

Pero, ¿cuáles eran realmente las expectativas iniciales?

Una cosa es irse a vivir a Cuba con una renta o una pensión, otra cosa es si necesitas ganarte una hogaza en un país donde las cosas no siempre transcurren con cierta linealidad. A veces fallas porque ni siquiera había un requisito de inicio válido, porque intentaste hacer negocios en campos en los que no tenías experiencia.

Los que se lanzaron al negocio de los restaurantes y lo hicieron a lo grande están logrando buenos resultados pero eran gente del oficio, que como mi amigo Mario a menudo tiene pocos cambios y aun así lograron montar un proyecto ganador. En el medio, sin embargo, hay tantas personas que han fracasado, que no han logrado realizar el sueño que tenían en mente por mil razones, quizás porque era un sueño fuera de su alcance.

Muchos están decepcionados de Cuba porque la encuentran cambiada pero ¿sólo ha cambiado Cuba? ¿Somos los mismos que éramos hace 10/15 años? ¿Italia es lo mismo? ¿Es el mundo el mismo? ¿Por qué afirmar que solo Cuba debe permanecer siempre igual a lo largo de los siglos?

Todo ha cambiado y está cambiando en el mundo, imagínate cuando para llamar a Cuba había que llamar a un teléfono de una casa particular y luego volver a llamar media hora después cuando alguien había ido a llamar a la chica de guardia en su domicilio. Hoy hacemos videollamadas...

Los precios han cambiado, es cierto, pero ¿por qué son los mismos en Italia? El otro día fui a lavar el coche, el lavado externo rápido siempre costaba 5 euros, ahora cuesta 7, 40% de aumento y estoy hablando de tonterías, multiplicar todo por... todo...

Todos deseamos tener todavía 20 años y las chicas te lanzan miradas lánguidas, pero el tiempo se acabó, todo se acabó. Si uno se mantiene atado al ayer, a la Cuba de hace unos años, entonces es mantenerse firme en un mundo que se mueve.

Envejecemos no cuando se apaga una vela más, sino cuando los recuerdos anulan los proyectos y esto se aplica a todos en todas partes del mundo. Cuba ha cambiado, si no lo hacemos mejor nos vamos a otro lado.

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