venerdì 8 ottobre 2021

TRUE COLORS

La victoria de la selección femenina de voleibol y la de muchas de nuestras deportistas en los Juegos Olímpicos, deportistas cromáticamente no acordes con un determinado pensamiento, sacó a la luz el problema de Ius Soli. Escribí un artículo hace un tiempo informando la situación actual sobre el tema en el otro blog "Gascone", no es el caso que vuelvo a este. Es claro, sin embargo, que, sin querer generalizar, quienes resienten una posible evolución de esa ley no lo hacen por, digamos, razones legales. Atención, no quiero hablar de racistas y racismo aunque el tema no llegue tan lejos de esas terminologías, simplemente para muchos el hecho de que personas con un color de piel diferente al nuestro tienen el mismo pasaporte que nosotros tenemos ... no bajar. Históricamente, Italia no es una sociedad multiétnica, nos estamos convirtiendo en una debido a la regla de los flujos, pero nunca lo hemos sido. Nunca lo fuimos porque no fuimos una potencia colonial seria, tuvimos desde hace unos años algunos territorios en África que nadie quería (el petróleo libio todavía no era viable) pero nunca ha habido ningún intento serio de integrar a esas poblaciones con la cultura y cultura italiana. tejido social. Francia, Inglaterra, Holanda, España y Portugal han recorrido caminos diferentes. Los negros de Francia e Inglaterra han sido ciudadanos franceses e ingleses durante décadas, así como mulatos holandeses, latinos españoles o mestizos portugueses. Cuando era niño era muy raro encontrar a alguien que no fuera italiano en clase, en la escuela, no recuerdo haber tenido nunca a ninguno como compañero. Pero luego el mundo cambió, el enriquecimiento de una parte del planeta a expensas de otra dio origen, como dije, a la política dramática de alguna manera. Muchos italianos no entienden esto, a veces temen con parte de la razón, un trato privilegiado hacia quienes quieren ser ciudadanos italianos sin asumir las cargas. Quien tiene problemas con el color de la piel es un asunto diferente que me interesa poco, incluso nada. Una sociedad multiétnica no se crea de la noche a la mañana, yo llevo 21 años yendo a Cuba, que es una sociedad donde la integración ni siquiera es necesaria porque todos son cubanos. Esto no quiere decir que no haya un ligero racismo progresivo de los blancos hacia los demás, pero es muy poco, una mierda. Si naces en una sociedad donde tu vecino es negro o mulato, o trigueno o encorvado y juegas con sus hijos desde que dejas de gatear, si en preescolar estás todos juntos así como en primaria, secundaria y colegio superior entonces el El hecho de que alguien tenga un color de piel diferente al tuyo es simplemente un hecho, ciertamente no un parámetro para juzgar a una persona o un grupo de personas. Si creces, trabajas, te comprometes, te casas, te divorcias, te vuelves a casar, haces negocios, haces deporte, vas a reuniones de Cdr, etc., donde hay gente de todos los colores, entonces esto se convierte en una normalidad y ya no es una excepción. Si ingresas a una escuela en Santiago o Guantánamo está claro que el 70% de los niños no son blancos, pero esto es normal, en algún momento ya nadie le hace caso. Cuba siempre ha tenido, desde el triunfo de la Revolución pero creo que incluso antes, presidentes blancos, pero hoy después de Díaz Canel en los más altos cargos del estado hay negros y mulatos y esto no puede pasar desapercibido en la población. Claramente, estamos hablando de dar la ciudadanía italiana a personas que muchas veces nacieron en otro lugar pero es un tema que hay que abordar con la máxima seriedad, dejando a un lado los ultras de ambas facciones para encontrar una solución acorde con el mundo en el que vivimos. . Todavía tuve tiempo de ver, en Turín, carteles que decían "esta casa no se alquila a los sureños", recordemos siempre que todos somos sureños de los que vivimos 50 km más al norte. Cité a Cuba quizás de una manera un tanto impropia pero fue para dar la idea de que ahora ese es el camino que tendremos que tomar. La alternativa es escapar a una isla desierta.

"¿Alguna vez pensaste que no valía la pena?

"¿Para pelear? No, nunca pensé en eso y espero no pensar en eso en mi vida".

(Enrico Berlinguer)

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