martedì 6 luglio 2021

FUERA DE TIEMPO

Creo que situaciones similares le han pasado a casi todo el mundo durante las épocas pasadas en Cuba, da la casualidad de conocer a una persona, a una niña, a alguien en un parque; charlando una de las cosas que inevitablemente sale a la luz es el hecho de que la persona que tenemos enfrente no fue criada por los dos padres sino por la abuela, como mucho si tiene suerte, por la abuela y la madre. Es bien conocida la labilidad de la familia cubana, más allá de las mil gilipolleces que se sirven cuando estamos en la isla. Conozco al menos 2 personas, hombres, que tienen 5 hijos con 5 mujeres diferentes, estos niños son tratados todos igual ... como si no existieran. La práctica de dejar a la madre de su hijo, con su bebé, a su propio destino es la práctica habitual en Cuba, creo que en ningún país del mundo los padres desaparecen tan rápido, abdicando de sus responsabilidades. No lo sé ahora, pero hasta hace poco la manutención estándar, establecida por ley, que un padre cubano tenía hacia la madre de su hijo era de 50 pesos cubanos al mes. 2 libras de tomate. Obviamente, las niñas dejadas a su suerte deben llegar a fin de mes, algunas tienen diferentes hijos de diferentes padres, momento en el que alguien tiene que pensar en las pobres criaturas ya que la madre está en el trabajo. Las abuelas entran en juego, digo abuelas porque es fácil que los abuelos, en pleno respeto de las tradiciones cubanas, se hayan escondido durante algún tiempo. Conozco a varios en esta situación, también hablo de personas cercanas a mi familia de referencia. Al final también sucede que la madre reconstruye una vida encontrando un nuevo Zichichi con quien vivir, dejando al niño o niños con sus abuelos de forma permanente. Luego están los que simplemente emigran del país abandonando a sus hijos con su madre y luego, posiblemente pero muy posiblemente, hacen una reunión familiar después de unos años para recuperar al niño. Crecer con los abuelos es algo que nos puede pasar a nosotros también, mis padres trabajaban todos 2 y yo me quedaba con mi abuela en casa, pero mis padres volvían todas las noches. Creo que están las estaciones de la vida, a los 20/30 años tienes la energía para criar hijos, la fuerza, la paciencia y la constancia para afrontar las mil tareas que requiere un rol tan delicado. A los 50/60 años la situación es diferente, esas fuerzas pueden fallar o, simplemente, no hay ganas de "volver a las trincheras" para una tarea que ya no es tuya pero que estás obligado a asumir. Ser madre o padre cuando tu verdadero rol es abuelo o abuela no es fácil, tienes la sensación de estar fuera de lugar pero sobre todo fuera de tiempo, pero la necesidad a veces lleva a estos forzamientos. He visto a niños llamar a papá abuelo, simplemente porque papá se muestra lujoso una vez cada 3 meses. Creo que incluso desde el punto de vista educativo esto no es precisamente lo mejor para el niño que lógicamente considera a la persona que siempre tiene a su lado como su padre. El estado italiano en estos casos le hace un montón al padre ausente, en Cuba las cosas son, lamentablemente, de otra manera, digamos que hay un vacío legislativo que se debe llenar lo antes posible porque no podemos continuar dar a luz a niños y luego darle una maldición de la manera más vergonzosa. Veo gente dar 50 pesos y luego despreciar cientos de dólares en cerveza, ron y putas, en este caso debería haber una entidad estatal que vaya a tomar de la oreja al padre moroso obligándolo a cumplir con su deber. A decir verdad, muchas veces estas actitudes son también de las madres, algunas de ellas continúan ejerciendo la profesión más antigua del mundo mientras en casa la abuela mira a sus hijos, a veces pro bono, otras por una tarifa. Cuba también es esto.

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